Hablar de «Sonrisas y Lágrimas» es hacerlo desde una mirada retrospectiva hacia la eterna infancia. ¿Quién no se acuerda de esa dilatada familia llena de bondades y virtudes sin límite? Si bien nuestros hijos van a descubrir ahora una historia llena de elementos para la alegría y la reflexión, también nosotros vamos a encontrarnos con esa chispa que nos hizo entregarnos a una de las historias ficticias, o no tanto, del mundo del espectáculo.
«Sonrisas y Lágrimas» llegó a todos los corazones a través de la película que interpretó Julie Andrews en 1965, aunque ya llevaba algunos años como musical en Broadway. Así es como se convirtió en todo un clásico universal que, a pesar de los años, sigue regalando emociones allá donde se atreve a subir el telón.
Este musical, que ya se ha convertido en todo un acontecimiento, nos cuenta la historia de María, una novicia cuya pasión por la música la lleva a abrirse un nuevo camino en el mundo. Y en esta búsqueda conoce a la familia Von Trapp, hogar donde ha sido enviada para cuidar de sus siete hijos. A pesar de las grandes diferencias que separan al señor de la casa y a la joven, gracias a su dedicación y entrega, lograrán estrechar lazos, creando, entonces una familia. Pero el mundo les reserva una sorpresa especialmente desagradable: la invasión nazi llega a Austria.