Llega el Día del Padre y qué mejor regalo que algo hecho por ellos. Personalmente creo que es lo más bonito que un papi puede recibir. Un regalo creado y pensado con la ilusión y la emoción de un hijo.
Tampoco tenéis que complicaros mucho, puede ser un dibujo, una figura de arcilla o plastilina, un cuadro con hojas secas, un bote para lápices con corchos…
Y complementamos el regalo con un desayuno especial preparado por ellos. Con tu ayuda pueden ellos preparar un zumo de naranja, unas tostadas o incluso unas tortitas. La comida hecha con cariño y pensada para alguien especial es un auténtico regalo.
Nosotros os dejamos una idea de origami para los más diestros en manualidades.